DAVID NAVARRO ALICANTE
El futuro de la Obra Social de la CAM no est? nada claro. De momento su continuidad s?lo est? garantizada hasta final de a?o, ya que cuenta con un presupuesto ya asignado de 38,7 millones de euros, pero m?s all? de esa fecha ni los nuevos administradores de la entidad ni el Banco de Espa?a son capaces de aclarar qu? ocurrir?.
Todo depender? del porcentaje que finalmente la CAM logre mantener del nuevo banco al que ha transferido todo su negocio —que podr?a ser muy minoritario—, y de la capacidad que posteriormente tenga ese banco para generar beneficios y repartir dividendos, algo que, al menos en los primeros ejercicios, ser? complicado dado el estado de las cuentas de la CAM. En este sentido, tambi?n depender? de qui?n se quede finalmente la entidad tras la subasta y de si se mantendr? independiente o se integrar? en otra red.
Sea como sea, lo que s? est? claro es que la actual Caja Mediterr?neo deber? transformarse en una fundaci?n de car?cter especial, —como hizo Caja Castilla–La Mancha— cuyo ?nico fin es, precisamente, la administraci?n de la obra ben?fico social de la entidad. El propio consejo de administraci?n de la CAM ya solicit? esta transformaci?n en el mismo acuerdo en el que pidi? al Banco de Espa?a que se adelantara su nacionalizaci?n.
A diferencia de lo que ocurri? con la caja manchega, donde fue el ejecutivo auton?mico quien acab? decidiendo qu? colectivos de inter?s iban a formar parte del patronato de la fundaci?n, la CAM tendr?, en principio, la oportunidad de redactar sus propios estatutos y decidir sobre este tema. Lo l?gico ser?a, seg?n las fuentes consultadas, que se intentar? respetar en la composici?n actual de la asamblea de la caja. Es decir, que hubiese en el patronato representantes de las Cortes, de las entidades fundadoras, los empleados de la CAM y tambi?n de sus clientes.
La Obra Social de la CAM alcanz? el a?o pasado a casi 4,5 millones de personas que participaron en alguno de sus programas. Aunque en los ?ltimos a?os la entidad estaba potenciando las actividades de concienciaci?n medioambiental y de integraci?n de los inmigrantes, con la llegada de la crisis econ?mica han vuelto a ganar peso los proyectos de atenci?n social.
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