Que el sector financiero es el más perjudicado ante la incertidumbre generada por la deuda de los países periféricos europeos nadie lo duda. La banca ostenta muchos compromisos de deuda e inmobiliarios. Y que ese sector suponga un tercio de lo que se mueve en el Ibex-35, tampoco. La caída de los títulos financieros conlleva a un inevitable descenso para el selectivo español, algo más pronunciado que en el resto de Europa, aunque con el mismo denominador: temores, desconfianza y tensión. El Ibex-35 está registrando el mismo movimiento que la semana pasada, pero al revés: cayó un 1,93%, cedió los 9.700 puntos y se detuvo en los 9.643, aunque en algunos momentos de la sesión llegó a caer un 2,6%.
No hay comentarios:
Publicar un comentario